Silla Escritorio Alcampo

Todo lo que debes saber antes de comprar un Silla Escritorio Alcampo

Siete pautas para elegir bien tu silla de oficina

Aunque nunca he podido revisar su veracidad, en una ocasión me contaron una historia que me impactó vivamente. Fue precisamente un vendedor de sillas de trabajo, y me la relató mientras yo me sentaba en uno de los modelos que vendía y lo probaba. En aquel momento empezaba mi, ya larga, carrera como periodista freelance y estaba tanteando la posibilidad de adquirir una silla nueva y de un coste algo mayor a la que ya tenía. Mientras ensayaba posturas, el vendedor me preguntó por mi profesión. Cuando le respondí, me miró preocupado y me dijo: lo que me temía; precisa algo mejor que esto y no crea que no se lo digo de verdad. Pasó entonces a contarme la historia de un famoso cronista de Norteamérica que iba a ser fichado como columnista por The New York Times para escribir una pieza semanal. El diario y el cronista ya tenían el contrato listo y solo quedaba el visto bueno de la compañía de seguros que cubría al diario. Esta mandó a casa del periodista a un perito a fin de que comprobara las condiciones laborales. Foto: Herman Miller Se suponía que era un mero trámite y a lo sumo el perito valoraría que el columnista no fumara en su espacio de trabajo. Pero el técnico se presentó con una cinta de medir y también insistió en mesurar tanto las proporciones del columnista como las de la silla y la mesa en que trabajaba este. Al terminar la inspección, le advirtió de que iba a desaconsejar su fichaje pues no empleaba ni la mesa ni la silla adecuada. El cronista, si bien molesto, se lo tomó medio de broma por el hecho de que no pensó que aquello fuera a afectar a su fichaje... Hasta el momento en que le llamaron del diario pidiéndole que se comprara una silla nueva y acomodable o bien de lo contrario la empresa de seguros no acreditaría su fichaje. ¿Cree que el perito no llevaba razón?, me soltó el vendedor para rematar su historia. Yo, por toda contestación me encogí de hombros y el hombre entonces me explicó que el perito había concluido que la probabilidad de que el columnista se lesionase en aquella silla, dado su peso y edad, era alta, y que en tal caso la empresa de seguros debería correr con los gastos de recuperación. Fíjese si es importante una buena silla de oficina; es donde va a pasar la mayor parte del tiempo que no duerme. La espalda, primordial fuente de lesiones

Salí de aquella tienda con una silla flamante y 500 euros menos en mi bolsillo. No sé si de haberle respondido que era filatélico o joyero hubiese adaptado la historia a mi circunstancia, está claro que era un genial vendedor, mas lo cierto es que la silla me duró sus buenos siete años y cuando reventó, la cambié por una simple silla de comedor. El resultado: 3 protusiones lumbares que siguen atormentándome diez años más tarde y condicionan muchos aspectos de mi vida no laboral. Conque sí: elegir bien una silla de oficina es importante sobre todo para nuestra espalda, pero asimismo para otros aspectos de nuestra salud como las articulaciones o bien la circulación sanguínea. Conforme los datos que recogió en 2007 la Quinta Encuesta Europea de condiciones de Trabajo, efectuada por la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo, más de la tercera parte de los trabajadores sufre dolores de espalda, y este es el problema de salud que más costes supone para ellos, como la segunda causa de visita al médico y el tercer motivo de cirugía. Foto: Steelcase La encuesta de la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo no se ajustaba al ámbito de las oficinas, sino ponderaba el peligro de todo género de trabajos físicos. Pero sí dejaba claro que una vez producida una lesión de espalda, el peligro de reincidencia se disparaba y aumentaba la relevancia de las condiciones de trabajo para evitar que el mal se cronificara. Por su parte, el legendario diseñador de Norteamérica de sillas de oficina Herman Miller Group lanzó una investigación sobre ergonomía en 2005en el que aseguraba que en torno al ochenta y cinco por ciento de los empleados de oficinas experimentan complicaciones de espalda en la zona lumbar a partir de los 50 años. Es verdad que este fabricante es parte interesada en el negocio, pero merece toda consideración como autor de la silla Aeron, un mito de los primeros años del siglo XXI por ser la silla por antonomasia de las primeras start up que generó la revolución tecnológica. En ella se sentaronMarc Andressen, creador de Netscape, o Sean Parker, autor de Napster, por refererir ejemplos. La silla importa, mas no tanto la marca

Aeron, que se sigue fabricando en la actualidad y tiene un precio que ronda los setecientos euros, si bien no se vende en España, se caracteriza por tener tanto el respaldo como el asiento elaborados con una malla flexible a base de un material llamado comercialmentepellicle, de alta elasticidad y resistencia. Su principal ventaja es que deja la transpiración y la circulación de la sangre, además de regular la postura que toma su usuario, ya que tiende a corregir malas situaciones. Hablamos del Ferrari de las sillas de oficina. Asimismo hay una gama equivalente a los Mercedes; por ejemplo las sillas del fabricante británico Steelcase, con sus modelos Please, Leap, Thinko Let's B, que rondan los seiscientos euros cada uno de ellos y tampoco se venden en España, cuando menos a nivel minorista. De todas formas, no es preciso gastarse estas cantidades para asegurar nuestra salud al mando de una silla de oficina. Hay modelos en el mercado que por poco más de doscientos euros pueden cumplir una buena parte de los postulados que reclama una buena silla. Conque si no estamos dispuestos a comprar un container de sillas de Steelcase o bien apañarnos para que nos manden una Aeron de U.S.A., lo mejor es leer los consejos que se narran a continuación, o bien por lo menos tenerlos en cuenta en el momento de probar la que puede ser nuestra próxima silla de oficina. Si la silla en cuestión cumple con la mayoría de las especificaciones relatadas, reduciremos la probabilidad de lesiones, especialmente si hacemos pausas usuales en nuestra jornada laboral para caminar y realizar estiramientos. Qué es importante en una silla de oficina Asiento: Es fundamental que sea regulable en altura, ya que vamos a poder fijar la posición de nuestro torso con respecto a la mesa de trabajo. Si la silla queda demasiado baja, padecerá nuestra zona lumbar. Si es demasiado alta, forzaremos las vértebras y músculos de la parte dorsal y el trapecio. También debe permitir modificar su colocación respecto al respaldo a fin de que nuestro abdomen no se vea comprimido, lo que nos ocasionaría problemas de circulación y digestibles. En lo que se refiere al tamaño, debe ser suficientemente ancho como para que podamos sentarnos holgadamente en la parte central y tengamos espacio alrededor. Además de esto, la parte delantera del asiento debe estar inclinada hacia abajo para que no nos oprima la parte posterior de las rodillas ni dificulte la circulación de las piernas. Respaldo: Es una de las partes más esenciales de la silla. Debe ajustarse a la espalda y ofrecer un apoyo en la zona lumbar.